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Discurso de Adolfo Castilla en el homenaje de ASEPELT

Congreso ASEPELT 2024 (20 a 22 de junio)

XXXVII Congreso Internacional

Universidad Miguel Hernández

ELCHE

Palabras en la cena de gala de Adolfo Castilla

 

 

Buenas Noches y Muchas Gracias

Nos han dicho que no dediquemos tiempo a agradecimientos, pero yo no puedo evitar en primer lugar, manifestar mi gratitud eterna a ASEPELT, a su presidente y a los que me han votado para este homenaje. Por supuesto, que estoy dispuesto a creerme todos los méritos y argumentos a mi favor que hayan utilizado, aunque no sean ciertos. Mi edad y mis años dedicados a la docencia, en la que todavía me mantengo con cursos on-line, son hechos que no tienen demasiada importancia. Simplemente hemos aguantado.

En segundo lugar, debo hacer referencia a mis posibles contribuciones al desarrollo en España de la Economía Aplicada, como puede ser mi relación estrecha de toda una vida y mi colaboración profesional con el Premio Nobel de Economía de 1980 Lawrence R. Klein, padre de la econometría moderna. Lo conocí en la Universidad de Pennsylvania en 1969 cuando empezaba mis primeros estudios allí y no dejé de estar a su lado hasta su fallecimiento en 2013 con 93 años. Un año antes, en 2012, los visitamos a él y a Sonia, su mujer, mi mujer y yo, en la residencia de jubilados de altísimo standing en la que vivían a las afueras de Philadelphia. Sonia y Lauri, como lo llamábamos los allegados, han sido como nuestra familia en los Estados Unidos.

En 1977, a la vuelta de la Universidad de Pennsylvania, organicé en Madrid unas jornadas sobre Econometría y Modelos Econométricos a las que invité a Klein y a dos profesores más de la Universidad de Pennsylvania, Jerry Adams y Abel Beltrán del Río.  Así como a varios de los catedráticos de esta materia de nuestro país. Entre ellos a Antonio Pulido, con el que enseguida pusimos en marcha un proyecto para construir un modelo econométrico de la economía española. Constituimos dos grupos de trabajo, uno en Madrid y otro en la Universidad de Pennsylvania, y en 1982 lanzamos el servicio de predicción económica y creamos CEPREDE, al que pronto siguió el Instituto Lawrence Klein y nuevos proyectos de predicción como Hispalink. Unos centros y actividades hoy en las manos de alumnos nuestros muy destacados como son, Julián Pérez, Milagros Dones y Ana López. 

En 1983 me incorporé al Proyecto LINK de las Naciones Unidas, creado también por Klein, en el que me mantuve como miembro hasta su finalización en 2020, y a partir de la mitad de ese periodo como miembro de su Steering Committee. Han sido más de 38 años dedicados a este proyecto de predicción económica internacional, en los que he participado en las dos reuniones anuales mantenidas, una de ellas siempre en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y otra en países de todo el mundo. Dos, por ejemplo, en China, dos en Japón y dos en España. La primera de estas últimas celebrada en Madrid y patrocinada por Telefónica y la segunda celebrada en Salamanca patrocinada por la Comunidad Autónoma de Castilla y León de la mano de dos de sus altos cargos entonces: Fernando Becker y Pascual Fernández (miembro durante años de CEPREDE).

Recuerdo estos detalles para mencionar a compañeros destacados de estas aventuras profesionales como han sido: Antonio Pulido, o Timoteo Martínez Aguado, ya fallecidos, o José Vicent, felizmente entre nosotros, y también a colaboradores estrechos como Bernardo Pena y Emilio Fontela.

Todos ellos merecerían este homenaje más que yo y a todos se lo dedico, recordándolos con mucho afecto.

En tercer lugar, me gustaría destacar lo que es ASEPELT hoy. Como participante en sus primeros tiempos y socio desde el principio, estoy impresionado por lo que ha llegado a ser de la mano de personas como su presidente José María Montero. Es impresionante lo conseguido y espero que se siga avanzado para bien de la Economía Aplicada. 

Y decir, finalmente, que me mantengo muy activo, a pesar de mi edad, y que me gustaría mencionar mis tres últimas incursiones en nuestro terreno. Una, la construcción de un modelo econométrico de alta frecuencia de la economía española que iba ser publicado en el último libro de Klein dedicado a este tema, pero que no finalicé a tiempo para ello, aunque el modelo fue estimado y utilizado. Otra, la dirección hace dos años de una tesis doctoral en la que entramos en el terreno del Big Data, empleamos Google Analytics y utilizamos ampliamente modelos de Partial Least Square y el software PLS SM y, por supuesto, Análisis Multivariante a tope. Y una tercera, por fin, muy relacionada con la Inteligencia Artificial y su utilización. Se trata del caso de una destacada empresa dedicada a Inteligencia Artificial Colectiva (IAC) de la que soy Consejero Ejecutivo.

Todas esas experiencias me han confirmado que, en una época en la que la economía se basa cada vez más en los datos, en la información y en los conocimientos y se apoya en avances digitales sin precedentes, nuestra disciplina tiene un futuro brillante. La minería de datos actual y su utilización masiva abren nuevos caminos a la combinación de Teoría Económica, Estadística y Métodos Cuantitativos y Econometría, que constituyen la base de nuestra disciplina. 

 

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